Preproducción.
En primer lugar hemos de tener un guión, una idea, la cual ha de estar desarrollada y clara a través de un guión literario (descripción de los diálogos, acción y escenarios), guión técnico (planos, posiciones de cámara, encuadres, efectos especiales…), sinopsis (resumen de la acción), y guión dividido en secuencias mecánicas. Es muy importante conocer también el atrezzo, decorados, y caracterización de cada personaje. Una vez que se tiene el guión, éste se analiza con detenimiento para determinar la viabilidad del proyecto y qué es necesario para llevarlo a cabo. Se hace entonces un desglose del guión (el cual estará dividido en secuencias) y se señalan las necesidades de cada una de las secuencias mecánicas, especificándose el número de secuencia, si ha de estar rodada en interiores o exteriores, si se trata de una localización o un plató, el número de páginas del guión que abarca, y los personajes que en ella intervienen.
A aparte de dicho desglose, los diferentes equipos realizarán distintos desgloses específicos para su área: desglose de escenografía, de vestuarios de personajes, de iluminación, de sonido, de localizaciones, de vehículos, de objetos, de figuración, de material de archivo y de script.
Más tarde realiza el casting de actores, se establecen contratos y consiguen derechos, se buscan las localizaciones y se solicitan permisos y seguros.
Una vez que todo se tiene previsto, se elabora un plan de grabación o plan de rodaje, que consiste en un plan u orden de trabajo, que detalla lo que se va grabar cada día y todas las necesidades y tiempo que conllevará. Este plan es muy útil para poder aprovechar el tiempo de grabación y poder desarrollar un presupuesto fiable.